un fantasmal velo blanco

Arbustos, árboles y hasta un coche cubiertos completamente por un fantasmal velo blanco: la primavera pasada, la cuidad de Rotterdam pareció convertirse en un escenario de una pélicula de terror. La gente "miraba entre los setos esperando la aparición de una inmensa araña" dice un entomólogo del museo de historia nacional de londres. Pero, ¿a qué se debió aquella espeluznante imagen? No se trataba de ningún arácnido gigantesco, los verdaderos causantes fueron las larvas de las llamadas polillas arñuelo. Las orugas de esta especie crean este tipo de velo cuando tratan de ingerir materia vegetal suficiente para sustentarse durante las semanas de permanencia en el interior del capullo y su vida posterior de polillas. Hine, el director de un equipo que se encarga de identificar insectos raros por el mundo piensa que en el caso de Rotterdam, estos insectos abandonaron los árboles, y de forma casual, cayeron sobre un coche. Por insólito que parezca, se trata de un comportamiento habitual. La alimentación de las larvas rara ves tiene consecuencias nocivas para los árboles y los individuos adultos son muy útiles como polinizadores de plantas.