APLICACIONES DE LOS MINERALES.

 

 

Qué tienen en común el vidrio, la pasta de dientes, el cemento o las células fotovoltaicas? La respuesta es los minerales, imprescindibles. Y es que la historia de la humanidad no se entendería sin el uso de materias primas. 

A pesar de la oposición que algunos grupos sociales muestran a la actividad minera, esta es antiquísima. Desde el principio de los tiempos, el hombre ya utilizaba las rocas y minerales en su vida cotidiana para mejorar sus condiciones de vida, caso de las hachas y puntas de lanza de sílex. Además, y aunque pueda parecer extraño, pinturas paleolíticas como el conocidísimo bisonte de Altamira está pintado por una mezcla hecha por el hombre primitivo de minerales en polvo, agua, grasas y aceites.

Fue en el Neolítico (6.400 a.C.) cuando el hombre descubrió que al añadir agua a la arcilla, esta se volvía plástica y moldeable. Comenzaba así la fabricación de recipientes de formas variadas que servirían para almacenar alimentos, conformando lo que significa el origen de la cerámica.

 

Ahora, los usos y aplicaciones se han multiplicado. El cuarzo o sílice es fundamental en materiales como el vidrio: botellas, vasos, ventanas, espejos, pantallas y tubos de TV, bombillas..., entre otros. Además, el material está en el aislante de hornos, aviones y coches; tablas de surf, veleros y fibra óptica.

Por su parte, el cuarzo se aplica en los drenajes de campos de fútbol y golf, parques temáticos, en la fabricación de cementos, aleaciones de la industria metalúrgica, células fotovoltaicas o el desarrollo de productos químicos, como detergentes, cosméticos y de farmacia.

El talco se añade en fertilizantes, piensos, chicles, golosinas, el papel, el plástico; el yeso se compone en la construcción, la pasta de dientes, el refinado de azúcar o el tratamiento de aguas; mientras que la calcita posibilita la fabricación de plásticos de PVC, el látex o fertilizantes; y la piedra pómez es imprescindible en la industria textil o en la higiene.

Por supuesto, los productos cerámicos requieren arcillas plásticas. Los chinos dan fe de su aplicación, ya que la cerámica más antigua que se conoce la fabricaron ellos.